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viernes, agosto 31, 2007

EXTRANJERO EN TIERRA EXTRAÑA (IV) EL BLUES DEL EXTRANJERO

Seguimos con el juego de las canciones. En este caso, parece que en la letra de este viejo blues tantas veces versionado, la experiencia de "extrañamiento" no es metafórica... pero en este caso no creemos que haya traspasado las fronteras formales de ningún estado-nación. La experiencia es vieja y no depende de donde pintemos las fronteras. La letra pierde mucho con mi horrenda traducción, poco literal, y además el vídeo no se corresponde exactamente con ninguna de las versiones que encuentro en Internet, ni siquiera con las dos de los intérpretes que salen en el vídeo. Así que he tenido que afinar el oído, pero no lo suficiente para saber qué dice la canción tras la exclamación de ¡Extranjero!, así que me lo invento.

Insisto en lo que decía en el comentario a la canción de Clapton. No se trata de que nos deprimamos o nos volvamos pesimistas. Se trata de expresar una experiencia real para que podamos entenderla y si acaso conjurarla: lo que cuenta el bluesmen se lo he oído a otras personas con otras palabras e historias para no dormir.



Aquí soy extranjero, caí por tu ciudad.
Aquí soy extranjero, caí por tu ciudad.
Al ser extranjero, todo el mundo abusa de mí.

A veces me pregunto por qué hay quien trata así a los extranjeros.
Sí, a veces me pregunto por qué hay quien trata así a los extranjeros.
Podría ser el mejor amigo que nunca vas a conocer.

Escribiré a mi padre para que me mande el billete de vuelta.
Sí, voy a escribir a mi padre para que me mande el billete de vuelta.
Si no me lo envía, no me importa volver andando.

Volveré a casa gastando 99 pares de zapatos.
Volveré a casa gastando 99 pares de zapatos.
Cuando haya regresado, se acabará el viejo blues del extranjero.

Me pregunto si mi chica sabe que estoy aquí.
Sí, Dios, me pregunto si mi chica sabe que estoy aquí.
Si es así, no parece que le importe.

No le importo a nadie y te diré por qué...
Nadie me quiere y te diré por qué...
es porque soy extranjero ¡extranjero! es la verdad

Aquí soy extranjero, caí por tu ciudad.
Aquí soy extranjero, caí por tu ciudad.
Te lo pediré como un favor:
Por favor, no me rechaces.

domingo, agosto 19, 2007

EXTRANJERO EN TIERRA EXTRAÑA (III) CUANDO ERES RARO



Bueno, pues ya estamos de vuelta y seguimos de momento dándole la vuelta a la metáfora del extranjero en las canciones. Hoy nos toca un vídeo de "the Doors": "People are strange": la gente es rara.

Como en la entrada anterior, no es que me quede muy contento con la traducción de la letra, que tienen por aquí en inglés.

La gente es extraña cuando eres extranjero,
Los rostros parecen más feos cuando estás solo.
Las mujeres parecen viles cuando no te quieren,
Las calles son ásperas cuando estás mal.

Cuando eres extraño
Las caras salen de la lluvia
Cuando eres extraño
Nadie recuerda tu nombre
Cuando eres extraño,
Cuando eres extraño,
Cuando eres extraño.

jueves, agosto 09, 2007

EXTRANJERO EN TIERRA EXTRAÑA (II): Extranjero solitario

Habíamos prometido darle la vuelta a la metáfora del extranjero a través de algunas canciones. Venga aquí la primera, "Lonely stranger" de Eric Clapton. La letra la he traducido un poco libremente, por impulsos y puede que no muy fielmente, dado que mi inglés es de andar por house y se me escapan las expresiones.



Debo ser invisible;
Nadie me conoce.
Me he arrastrado a cuatro patas
por callejones sin salida

Nací con una sed atroz,
con hambre de libertad
Pero he ido aprendiendo a lo largo de los años.
No intentes animarme.

Porque aquí soy un extranjero solitario
al que se le pasaron los días alegres
Y no sé qué es lo que está pasando
Así que seguiré mi camino.

Cuando me veas caminando, quédate atrás
No te acerques a mí,
Porque está claro que terminará mal
Déjame estar.

Hay quien dirá que no soy un buen tipo
Quizás yo mismo esté de acuerdo
Echa un vistazo y márchate
Por mí está bien así
.

Porque aquí soy un extranjero solitario
al que se le pasaron los días alegres
Y no sé qué es lo que está pasando
Así que seguiré mi camino.

jueves, agosto 02, 2007

EXTRANJERO EN TIERRA EXTRAÑA (I)

Cuando nos encontramos, de una manera u otra "en el extranjero", salvo que estemos muy acostumbrados, bien acompañados o nos hayamos apropiado ya en nuestros corazones del territorio y de la gente, tendemos a sentirnos raros. Creo que ese sentimiento siempre o casi siempre está ahí, aunque su intensidad depende de muchos factores (la costumbre, los recursos económicos, la distancia cultural, el dominio del idioma, la regularidad de la estancia, etc.) y a veces es tan pequeña que lo que digo ahora puede resultar exagerado, pero es parte de la verdad.

Se amplifican todas nuestras inseguridades, nuestros miedos e incluso nos puede dar algo de manía persecutoria. Podemos pensar, por ejemplo, que la gente nos mira mal o que nos ignora con desprecio, o que se ríe de nosotros, o que quiere hacernos daño. Puede ser que incluso nuestros resortes defensivos se despierten cuando nos tropezamos con gente físicamente distinta a nosotros, que percibimos como "de otra raza" (comprender nuestro racismo es la única manera de controlarlo), pero también cuando se comportan de manera distinta, cuando siguen rutinas que no conocemos, cuando hablan una lengua extraña. Una pequeña contrariedad, un malentendido de escasa importancia, un rasgo cultural que no es muy relevante pero no entendemos bien, pueden convertirse a nuestros ojos en grandes problemas.

Yo que además tengo un problema crónico de orientación me he visto alguna vez en el extranjero vagar solo por calles que no conozco, titubeante, confuso, sintiéndome más débil, más desvalido, más reducido en mis capacidades. Cuando pasamos el día entero hablando en una lengua ajena, en la que no pensamos, terminamos la jornada destrozados, con el cerebro "recalentado" por el esfuerzo. Si estamos solos es más fácil que nos acechen la melancolía, la morriña, la nostalgia. Buscamos consuelo en la compañía de nuestros compatriotas, pero es probable que siempre nos quede un punto de insatisfacción, de vacío. Me descubro español en el extranjero, gaditano en Madrid o Cáceres, madrileño o cacereño en Cádiz y así sucesivamente (agnóstico de Patrias/me encuentro aunque no quiera/naciones en la ausencia/que forjan mi conciencia/y tejen mi bandera, escribí una vez en una canción que casi he olvidado).

Cuando hemos experimentado estas sensaciones en pequeñas dosis, somos más capaces de empatizar con sus manifestaciones más dolorosas, que, si bien no son comparables, guardan un fondo común. Cuando escuchas las narraciones del migrante que lo abandonó todo en pos de un sueño, del migrante ilegal que teme más a los policías que a los ladrones y procura vivir oculto en las profundidades de la sociedad, del extranjero que ya no se siente arraigado ni en su nueva casa ni en la antigua... rozas de pronto con algo tuyo y te ves reflejado en el Otro, así como los antropólogos se encuentran con ellos mismos y con la naturaleza humana desde la técnica del "extrañamiento". Cuando alcanzamos esta empatía comprendemos mejor, asumimos mejor, somos más cautelosos cuando exigimos más integración (aunque no dejamos de buscarla).

Ningún sitio como en casa para sentirse extranjero. Algunos artistas utilizaron la metáfora del extranjero, del extraño, para hablar seguramente de sus propios sentimientos, de sus propias neuras, inseguridades o tristezas, pero al hacerlos canción, dejaron de ser suyos y se convirtieron en símbolos, en mitos que nos hablan del ser humano. Pero las relaciones simbólicas tienen varias direcciones: podemos vernos reflejados en estas canciones, sentirnos extranjero, y luego darles la vuelta y sentirlas vinculadas a los migrantes con los que convivimos cada día, que a menudo se sienten extranjeros en en tierra extraña.

Dado que estamos en agosto y el calor reblandece nuestros cerebros (al menos el mío), en las próximas entradas, en lugar de soltar algún discurso pretendidamente sesudo (pensaba hablar del mercado de trabajo, pero lo dejaré para otra ocasión), voy a intentar colgar alguna de estas canciones (con video de youtube y traducción) para que quien quiera se apunte al ejercicio.